Realizamos un estudio clínico y polisomnografía (si es necesario) para diagnosticar el nivel de severidad de la apnea. Dependiendo del caso, ofrecemos dispositivos intraorales personalizados que reposicionan la mandíbula para mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño, evitando los ronquidos y la falta de oxigenación.

Para casos más avanzados, trabajamos en conjunto con especialistas en medicina del sueño para determinar el mejor tratamiento, que puede incluir terapia con CPAP o cirugía mínimamente invasiva. Nuestro enfoque busca no solo aliviar los síntomas, sino mejorar la salud general y la calidad del descanso del paciente.